Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

01 agosto 2013

TOROS EN MOTRIL: LA TEMPORADA DE 1883.



     La ciudad de Motril por las peculiares características de su economía  y por su posición geográfica, pese a esas personalidades aisladas que se dedicaran al toreo en el siglo XVIII y primera mitad del XIX, que además tuvieron que abrirse paso en otros lugares, carecía de tradición taurina.
     No será hasta la década de los ochenta del XIX, cuando, al abrigo y ante la demanda de una cada vez más pujante burguesía industrial y comercial, cuando una empresa local se embarca en la construcción de una plaza de madera al objeto de poder ofrecer y rentabilizar espectáculos taurinos durante los periodos festivos.

     En marzo de 1883 el empresario Antonio Terrón Cortes, persona relacionada con el mundillo de las riñas de gallos, emprende la construcción de una plaza con maderas en terrenos de la Huerta de Capuchinos. Pretende ofrecer las primeras corridas durante la tradicional festividad de las Cruces de Mayo: “Se dice que si el negocio diera buenos resultados, se construiría definitivamente una plaza en aquel mismo sitio”.


      Finalmente se anuncia la inauguración de la plaza con una novillada para el 1º de mayo, seguidas de otras para los días 3 y 6, a lidiar por una pareja de diestros gaditanos de rancia casta torera: Manuel Díaz Jiménez “El Lavi” (homónimo y nieto del mítico torero gitano Manuel Díaz Cantoral “El Lavi”) y Antonio Ortega y Ramírez “El Marinero” (hijo del banderillero “El Lillo”).



      Ambos habían iniciado juntos sus andanzas toreras a temprana edad en el seno de una la cuadrilla de “Niños Gaditanos” allá por el año 1871.
     Entre la nómina de picadores y banderilleros del cartel aparecen algunos apellidos ilustres del toreo cordobés (Camará, Bejarano o Luque), lo que obedece a que Lavi, siendo vecino de  la capital cordobesa, dirigió por un tiempo una de aquellas famosas cuadrillas de “Niños cordobeses”, que una vez fogueados eran incorporados a la suya propia o a las de toreros amigos como El Marinero. 


     Aunque las crónicas califican de exitosos los tres festejos, el empresario no pudo hacer frente al pago del alquiler de las maderas que le habían suministrado los almacenista Emilio Moré Auger y Ruperto Vidaurreta, llegando el asunto al Juzgado que decretó su intervención y arriendo en pública subasta:


    Personas “bastante serias y conocidas” tomaron el arrendamiento. Para ir predisponiendo al personal se divulga el macutazo de la contratación de Fernando Gomez “El Gallo”, que llevaba en su cuadrilla al ya afamado banderillero Guerrita.

    Un primer ciclo veraniego, programado en principio para mediados de julio, no pudo celebrarse hasta los días 25 y 29, con los espadas Manuel Hermosilla y Diego Prieto “Cuatro Dedos”.


Manuel Hermosilla

     Antes de entrar en el desarrollo de estas corridas, anunciadas fraudulentamente como de beneficencia,  quisiera detenerme en la frenética actividad, a efectos de flirteo y entretenimiento, desarrollada por jóvenes pertenecientes a la burguesía motrileña constituidos en los días previos en “comisión de moñas”. Su misión, visitar a las damas y señoritas para animarlas a que bordasen moñas o escarapelas para que ganaran en vistosidad los espectáculos:


    "La comisión de moñas pasó en casa de la señora de Harduya un amenísimo y delicioso rato. Tuvieron la ocasión de oír y admirar a la simpática Lolita de Herduya, Gran admiración la despertada por esta distinguidísima cantante, autentico ruiseñor motrileño. También fueron visitadas una graciosísima dama que ha adquirido recientemente ilustres blasones nobiliarios; una distinguida señora, que pasa muchas temporadas en una posesión inmediata a Vélez de Benaudalla; la simpática esposa del administrador de la fábrica azucarera; y una elegantísima viuda, que hace poco ha regresado de Granada y tiene por hija a uno de los ángeles del cielo.  Es de esperar que las invitadas acepten la invitación por su proverbial galantería".


     Entre los miembros de la citada comisión hallábase el joven poeta, abogado y periodista Gaspar Esteva Ravassa, director de La Revista, de donde hemos tomado la crónica de sociedad y la mayoría de la información relacionada con este segundo ciclo de verano.
     El  propio Esteva, firmando como Uno, que lo más probable es que no se hubiese visto en su vida ante un trance periodístico de estas características, recurre al verso de corte humorístico a la hora de reflejar el desarrollo del primero de los festejos:

¡Ay prasa de Capuchinos
que trabajo me costaba
contemplarte convertía
en circo de Tauromaquia ¡


La gente de Hermosilla y Cuatro deos
lucen con garbo la vistosa capa
mejor que la que sacan los judíos
en las junciones de semana santa.

Tocaron los clarines
brinda er torero
por el mundo presente
y er forastero;
y jasia el toro fue
Manuel Hermosilla
De azur y oro.

Entonces el cornúpeto atrevio
salto la valla con violento impulso
y logro penetrar en los corrales
jaciendo con los cuernos mil saludos.
Pronto er capote lo saco a la prasa,
y cuando en medio de la arena estuvo.
Dijo, pues vido a sus hermanos muertos:
¡Ay que barbaridad jasen con uno!


Remató er puntillero
y apareció en el circo Relojero:
La moña la soltó con mil apuros;
¡Que lastimica de cincuenta duros!

Resumen de la corrida

   La corrida nada más que regular, de los toros, dio bastante juego el tercero; los espadas saben hacerlo mejor; la dirección de la plaza, descuidada; pinchazos…la mar; caballos muertos, cinco; la presidencia, acertada; la entrada, casi un lleno; las espectadoras canela.

Donantes de Moñas 



     En la segunda corrida, con apenas media entrada, se destacó Diego Prieto “Cuatro Dedos”:

Sonaron parmás
con gran estruendo;
Fueron al aire
muchos sombreros
y por las gradas todos dijeron
que vale mucho
don Diego Prieto.



     Las cuentas no debieron ser muy favorables para los empresarios, hasta el extremo de que para futuros festejos optaron por un despliegue bastante más modesto: una novillada sin picadores a celebrar el día de la Virgen.


    “A las cuatro y media de la tarde, ante una mediana concurrencia, aparecieron en el redondel, Felipe Navarro, Manuel Romero (Morenito), José García (Minuto), Rafael Moreno (Guapo), matadores en competencia (¡!) y Joaquín Iglesias, Salvador Gómez y Antonio Fernández, banderilleros, ¿de cartel? no, de cartón. Todos llevaban trajes modestitos pero feos”.
    Gaspar Esteva (Uno) resume magistralmente aquella competencia: “que consistió en hacerlo cada uno lo peor posible; de los bichos el primero; de los toreros …el de la puntilla; en la playa se dan mejores corridas haciendo de toro un barquillero”.

     La propia Revista se hace eco del negativo balance económico: “La empresa ha perdido, según noticias autorizadas, la cantidad de 5.300 rs. Sentimos este resultado, y felicitamos bajo otro punto de vista a la mencionada empresa, pues ha satisfecho, no como la anterior, todos sus créditos con la mayor religiosidad”.
     Para menguar aquel fracaso económico a lo largo del verano el circo taurino dio cabida a carreras de cintas en bicicletas y encierros de toros embolaos (a 2 rs. la entrada).
     Aquella plaza debió de desmantelarse en invierno.
     Para la temporada siguiente se anuncia la construcción de una nueva plaza de madera en el Llano de la Fundición. “Cuatro Dedos”, una vez más, anuncia tener contratadas dos corridas en Motril para el mes de agosto, aunque no nos consta que éstas llegaran a celebrarse.
    Tendrán que pasar más de treinta años para que vuelvan a celebrarse festejos taurinos en Motril. De esa nueva etapa de la historia de la tauromaquia local, que cristalizaría con la construcción de una plaza permanente, nos ocuparemos ya en una entrada aparte.

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