Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

01 junio 2012

"El Ocaña: el obrero que quiso ser concejal" (2ª parte y final)


    Después de conocerse la decisión de la Junta Electoral, que privaba a Fernando Rodríguez Ocaña de aquella concejalía ganada con los votos, recibiría el apoyo moral del resto de candidatos por el distrito, con la única salvedad del segundo clasificado, señor Antonio Guasch Carrer (constructor y vicepresidente de la Federación Catalana de Futbol) , automáticamente convertido en nuevo concejal. Tuvieron éstos incluso la talla moral y valentía suficiente como para elevar un escrito al Ministerio de Gobernación protestando contra aquella injusticia. 


    Diferente sería la actitud de los comunistas mayoritarios (PSUC), que a través de su órgano de prensa (Treball), consideraba aquella participación en la farsa electoral franquista como inaceptable para la oposición e inaceptable para quienes propugnaban un cambio democrático, y de alguna manera quisieron aprovechar aquel fiasco para arrancarle adeptos al escindido grupúsculo de Bandera Roja (tejemanejes políticos tramados por los aparatos):

    “Si al fin y al cabo las elecciones al tercio familiar fuesen verdaderas y salieran elegidos auténticos representantes populares, éstos no podrían decidir nada, porque numéricamente son menos de 1/3 y el poder de decisión reside de manera exclusiva en los alcaldes. No obstante el poder fascista es tan precario, que no puede permitirse el lujo de dejar llegar hasta el Ayuntamiento a cualquier sospechoso de anti franquismo”.

(Traducción al castellano del bimensual Treball del 30 de octubre de 1973)

     Pese a que aquel golazo por la escuadra sería injustamente anulado por un juez árbitro poco neutral y pese a las críticas de los otros comunistas catalanes, que se referían al candidato electo Ocaña como un simple “sospechoso de anti franquismo”, la aventura sirvió para demostrar que el régimen no respetaba ni sus propias elecciones y que el franquismo tenía ya serias fisuras en Barcelona.
     El asunto tampoco sería muy del agrado de los sectores más reaccionarios del tardofranquismo. A Francisco Rodríguez Ocaña le llegaron amenazas de grupos de extrema derecha y tuvo que optar por desaparecer y esconderse con su familia durante una buena temporada.

 
      En 1974 amplios sectores de la OCE- Bandera Roja se reintegraron en el PSUC. Son los denominados Banderas Blancas, entre los que se encontraba nuestro protagonista. Su tibieza política ya no era cuestionada y su lucha por las condiciones de vida de los ciudadanos de las barriadas periféricas, empezaría a ser justamente valorada. 

 



 
    El también inmigrante Francisco Candel, quien le acompaña en estos ciclos de conferencias anunciados y que ha pasado a la historia como "el escritor del proletariado", le ayudaría a plasmar aquella su experiencia electoral del año 1973 en un libro que salió al mercado en 1975 con el título de “Candidato de los Trabajadores”. Fue publicado por la editorial Avance de Barcelona y aparece prologado por el propio Francisco Candel. Para quien pueda mostrarse interesado, el libro está puesto a la venta en librerías de viejo, yo ya tengo mi pedido hecho.


    La llegada de la democracia no supuso grandes transformaciones en la vida de “El Jaenero”, sobrenombre por el que también era conocido Francisco Rodríguez Ocaña. Siguió viviendo con su familia en aquel pequeño piso de 40 metros cuadrados de la Trinitat Nova, compaginando su actividad laboral con su militancia política y sindical, ahora legal.
    Aquellas demandas urbanísticas, por las que siguió luchando, empezaron a llegar a las barriadas. Un nuevo frente reivindicativo se articula en lo referente a conseguir una mejor accesibilidad con la que romper el aislamiento con el resto de la ciudad. No se desligó de la asociación de vecinos de su barrio. Participó en la gestación de un denominado Centro de Vida Comunitario para Todos, un barracón que acogió a diversas entidades sociales, culturales y recreativas, usado para dar empuje a nuevas reivindicaciones.


    Las discrepancias con el revisionismo propugnado desde la cúpula del PSUC-PCE (eurocomunismo), propiciaron una nueva salida del partido. Quienes lo abandonaron, etiquetados como “prosovieticos”, refundarían el antiguo PCC bajo la dirección de Pere Ardiaca, un histórico del PSUC (1982).
    Al poco, Ocaña dejaría atrás su barrio de toda la vida. Cuando se casó su hijo le dejó el piso en la calle Aiguablava en la Trinitat, trasladándose con su mujer y otro hijo soltero a Molins del Rei, donde viviría hasta su muerte. Una vez dijo que le había costado más trabajo dejar Trinitat Nova que Porcuna.
     En una entrevista para El Periódico realizada en 1985, estaba ya jubilado y se dedicaba a organizar a los de su misma condición dentro de su partido, el PCC. Decía haber dejado el PSUC al carecer de futuro por su revisionismo. Para Ocaña “el pan debe ser pan, el vino debe ser vino y el comunismo debe ser comunismo” (recuerden que paradójicamente lo tildaban de tibieza en 1973).
    Textual de aquella entrevista-reportaje: 

    El jubilado señor Rodríguez que tiene un hijo en el paro, unos discos de Manolo Escobar, unas copas de Montilla-Moriles para los invitados y un piso sin calefacción en una calle sin asfaltar, es un tío de una pieza.
    Tiene que oír como su señora le dice: “con las relaciones y los amigos que tienes que no puedas conseguirle un trabajo a tu hijo”. Y es que Fernando, o sea, Ocaña, conoce a Jordi Pujol, a los mandamases del Ayuntamiento de Barcelona y a mucha gente, pero no lucho “no lucho por mi propio bienestar o para sacar beneficios, sino por la libertad de todos”.
     Seguía batallando en la asociación de vecinos de Molins del Rei: “Aunque la alcaldesa sea de izquierdas, hay que exigirle lo mismo o más que si fuera de derechas, y voy a todas las manifestaciones, cuando hay que ir”.

   Vista la figura de Ocaña desde la perspectiva actual y ante los derroteros que ha tomado con posterioridad la actividad política, este señor nacido en Porcuna en 1922, efectivamente era un tío de una pieza.
   Sirvan estas entradas de blog para su conocimiento y reconocimiento entre sus paisanos. Ese libro suyo que estoy esperando, tal vez nos aporte alguna información complementaria sobre sus años de vida en Porcuna. Desconozco hasta qué punto se desvincula o desarraiga definitivamente de su ciudad natal cuando toma el camino de la emigración, si le queda familia o no en la localidad… Son informaciones que solo podríamos desentrañar con testimonios de quienes le conocieran, parientes o de sus propios descendientes.

Fuentes utilizadas

Hemeroteca La Vanguardia.
Treball (vocero del PSUC). Septiembre-Octubre 1973. HDPH-MCU
Triunfo: nº 579, año XXVIII (3 de noviembre de 1973). “Rodríguez Ocaña: el obrero que quiso ser concejal”, por M. Vázquez Montalbán.
El Periódico: entrevista- reportaje publicada el 31 de marzo de 1985.
La Vanguardia: Adiós al concejal Ocaña (7 de marzo 2000).

    Mi agradecimiento a Todos los Nombres de Porcuna que me han proporcionado su partida de nacimiento. Información más detallada sobre la militancia política de sus padres y sobre cómo les afectó la represión franquista, está en fase de investigación. Pero tal como hemos podido contrastar, son varios/as los apellidados/as Rodríguez y Ocaña que militaron en el PCE de Porcuna con anterioridad al final de la guerra civil española.


2 comentarios:

  1. Conocí a Fernando Rodriguez Ocaña del barrio de Trinitat Nova de Barcelona. Yo era joven (25 años) militante de Bandera Roja que veíamos interesante usar aquella farsa electoral para impulsar un movimiento popular que se estaba consolidando con las Asociaciones de Vecinos (si has conseguido el libro que mencionas, veras que se nombra a un tal Pep, era yo), el tenia ya los cincuenta años y trabajaba en una fabrica. Aceptó. En el libro se describe bastante bien lo sucedido. Fernando Rodriguez Ocaña No era ni fue nunca militante de Bandera Roja.. No sé nada sobre su actividad en Porcuna ni sobre su familia. No recuerdo que hablara de ello y si que en algún medio de comunicación se ha hecho referencia (no sé si muy contrastada). Os felicito por la investigación que vais a realizar sobre la militancia política de sus padres. Me gustaría conocer el resultado de vuestras pesquisas. Un saludo

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  2. El "Centro de Vida Comunitaria para todos" de Trinitat Nova que habéis recogido de la publicación del Ateneu Popular de Nou Barris, fue el local de la actividad política antifranquista de aquellos años, allí se gestó la idea de crear una asociación de los Nueve Barrios como respuesta a un Plan del Ayutamiento Porcioles. Repito Gracias i suerte.

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