Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

05 mayo 2013

MAESTRO BENITO ARROYO CASADO (FINAL)



      Durante la década de los veinte del siglo pasado el diario La Voz de Córdoba, por aquello de la proximidad geográfica, tuvo corresponsalía en la ciudad de Porcuna. Con relativa asiduidad eran publicadas pequeñas crónicas sobre diversos  asuntos relacionados con la localidad. Es  precisamente en una de ellas donde accedemos a  la noticia de la existencia final de este músico porcunense del que nos venimos ocupando:

Desde Porcuna. Muerte sentida.

     “En las primeras horas de la noche del día 4 del corriente falleció el conocido profesor de piano, hijo de esta población, don Benito Arroyo Casado. El malogrado profesor e inteligente músico era muy estimado de todos sus paisanos por sus bellas cualidades de carácter, causando su muerte general sentimiento en esta ciudad.
     Acompañamos a su madre y hermanos en el justo pesar que les aflige por tan irreparable pérdida y elevamos al cielo una oración por el eterno descanso del alma del finado”.
(25 de octubre de 1925)

     La curiosidad nos ha permitido desentrañar diferentes etapas de su carrera profesional desarrollada en ciudades como Segovia, Valdepeñas (Ciudad Real) y Madrid, gracias a los fondos hemerográficos digitalizados de libre acceso que nos proporcionan diferentes instituciones.
     En la última entrada anunciábamos su regreso a Andalucía que situábamos en torno al año 1913. Aunque con periodos de residencia temporales en Porcuna, por motivos profesionales y puramente existenciales su vida se verá sometida al sino itinerante propio del mundo artístico.
     Forzosamente tengo que volver a lamentarme de las limitaciones impuestas por la ausencia de prensa provincial jiennense digitalizada, en cuyas páginas debió de quedar suficientemente plasmada su habitual actividad musical en Porcuna y otras poblaciones de la provincia, tanto en su faceta de concertista de música culta, en bailes de sociedad  y en ese mundillo de las variedades al que seguiría ligado como veremos con posterioridad.
      Las primeras noticias tras su regreso de Madrid nos la proporciona el diario El Defensor de Córdoba. Se trata de un concierto íntimo celebrado en el “saloncito de tertulia” del Circulo Liceo de Castro del Río en el mes de enero del año 1914.

Salón de tertulia del centenario Circulo Liceo de Castro del Río

     Entre el programa interpretado por “el notable pianista” aparece una composición propia titulada “Coloquio de amor” (vals boston).

    “En los intermedios lució con exquisita voz y arte sus mejores canciones la popular y simpática cupletista “Flor Española”.



     Esta fórmula de espectáculo mixto, entre lo culto y popular, debió de resultarle provechosa durante algún tiempo para presentarse en casinos, sociedades recreativas y  musicales, que accedieran a la contratación de sus servicios a cambio de un pequeño desembolso. Hasta pudiéramos aventurarnos en especular con la posibilidad de que la citada “Flor Española” fuera su compañera sentimental, a la que pudiera haberse unido durante sus años de tres funciones diarias en el Cine Bello de Madrid.
     Tanto la carrera musical del maestro Benito Arroyo, así como la de su hermano, el también pianista Valeriano Arroyo, parecen irradiar a partir de 1914 desde la ciudad de Sevilla en la que fijarían su base de operaciones. Sus fuentes de ingresos: cines y teatros de la capital sevillana y el acompañamiento musical prestado a compañías de variedades por poblaciones de Andalucía y Extremadura.
     La dificultad para acceder a las colecciones de prensa histórica sevillana nos impide de momento conocer detalles precisos de sus respectivas trayectorias. La Hemeroteca histórica de la Universidad de Sevilla alberga varios títulos del periodo historiado, pero al carecer de buscadores, y ante lo difícil y extremadamente lento que resulta descargarse los números para hacer una cata, he terminado desistiendo. De manera que serán cabeceras de provincias vecinas como Badajoz o Córdoba de las que nos serviremos.
    Un corresponsal sevillano del diario republicano la Región Extremeña incluye lo siguiente entre las notas de sociedad aparecidas en  el número de 19 de julio de 1916:

     “Se encuentra completamente restablecido de su enfermedad el notable profesor de orquesta señor Arroyo. Lo celebramos”.

       Con anterioridad a esa fecha  conocemos de la existencia de un profesor de piano y maestro de música apellidado Arroyo ligado a una compañía itinerante de variedades de origen sevillano que se presenta ante los públicos como “Hermanas Clavel”. Durante su gira de verano de 1915 hacen escala en la localidad pacense de Torre de Miguel Sesmero:



      El corresponsal local de esta pequeña villa, en una extensa crónica, después de reparar en la belleza (ojos negrísimos e insondables) y dotes interpretativas de Anita Clavel y demás elenco artístico de la compañía, reserva un pequeño espacio al acompañamiento musical:

     “Traen también un excelente profesor de piano, el maestro Arroyo, del que este publico guarda buenos recuerdos”.

      Las giras de esta modesta compañía se desarrollan principalmente por la región extremeña con alguna incursión que otra en la vecina provincia de Salamanca. El referido acompañamiento musical no iría más allá del piano facilitado por la empresa contratante.  
     Estas campañas por su particular ruta de la plata, libre de la competencia de otras compañías de mayor empaque, no siempre se saldaban con beneficios, topándose a veces con inconvenientes de corte caciquil como los denunciados por el mismo cronista anterior:

El Correo de la Mañana (3 de octubre de 1914)
      Otra crónica del año 1917 sobre la actuación de “Las Hermanas Clavel” en  el Salón Moreno de Granja de Torrehermosa nos sirve para ponerle nombre a este maestro Arroyo:

     “El maestro don Valeriano Arroyo ejecuta tan sugestivamente en el piano cuanto constituye el vasto repertorio de las Hermanos Clavel, que no puede uno menos que sentirse entusiasmado de la perfección de su arte”.

     Recordaran como la carrera musical de Valeriano Arroyo había estado tutelada por su hermano Benito desde que este se hiciera cargo de la dirección de la Banda Municipal de Valdepeñas. Lo que no puedo certificar es si el referido Valeriano sería el mismo que participara en aquellas primeras turnes de las Hermanas Clavel que arrancan en 1914. Puede incluso, que ese Maestro Arroyo fuese en un principio el propio Benito para ceder con el tiempo el puesto a su hermano por cuestiones de salud o por sentirse atraído por otros proyectos.
     En el mes de mayo de ese mismo año de 1917 podemos constatar la presencia del Maestro Arroyo en un festival benéfico organizado por un Circulo Católico de Obreros en la ciudad de Lucena:


     Por los términos en que se expresa el cronista corresponsal parece gozar de cierta popularidad y ascendencia en esta ciudad cordobesa. Otro de sus hermanos llamado Otilio Arroyo Casado, también músico y compositor antes que ferroviario, guarda precisamente relación con la ciudad de Lucena en la que nació su hijo Manuel, con el que compartiría fatal destino durante la guerra.




    La vecina localidad cordobesa de Baena nos ofrece otra muestra de las aptitudes y adaptabilidad del Maestro Arroyo. En esta ocasión se trata de un festival escolar celebrado en el Teatro Liceo organizado por un elitista colegio de niños de segunda enseñanza denominado Academia Francesa, dirigido por “el ilustrado y cristiano director” don Justino Alcántara, que había conseguido conformar un coro infantil para mayor prestigio de la institución educativa que regentaba.



     Una nutrida orquesta bajo la dirección del  maestro Benito Arroyo presto acompañamiento musical al referido coro y llevo el peso de la parte musical en los diferentes números escenificados por los alumnos del colegio (El Defensor de Córdoba 18 de enero de 1919).

El Correo de la Mañana - Badajoz (8 de febrero de 1920)
     En su continua búsqueda de expectativas profesionales más estables, a principios de 1920 participa de un nuevo proyecto musical surgido en la ciudad de Badajoz. Se trata de una agrupación filarmónica u orquesta titulada “La Lirica”. Después de un exitoso estreno, sería contratada por la empresa del Teatro López de Ayala para prestar acompañamiento a las compañías cómico-liricas durante la temporada teatral.






     El proyecto terminaría difuminándose posiblemente por no hacer frente el empresario a los compromisos adquiridos con los profesores de la orquesta. Una prueba más de lo difícil que resultaba que iniciativas culturales y profesionales de esta envergadura llegaran a fructificar en provincias.



      Llama la atención que Manuel Heredia Espinosa, que se muestra tan exhaustivo en su Historia de Porcuna a la hora de citar a personajes significativos o populares que destacaron en cualquiera de las facetas de la vida humana, no recoja noticia alguna relacionada con el maestro Benito Arroyo. No es el caso de sus hermanos Valeriano y Otilio, citados como músicos de la banda municipal de principios de siglo. También en el capítulo que le dedica al Centro Filarmónico (pgs.88-89) menciona la organización de estudiantinas durante los carnavales, bajo las diestras batutas de los maestros Alfredo Chica y Eduardo Arroyo (el cuarto hermano músico de la familia).
     Disponemos de una muestra gráfica de aquella estudiantina que apareció publicada en la revista gráfica La Unión Ilustrada (4 de marzo de 1920). Un asiduo colaborador de este espacio. Alberto Ruíz de Adana Garrido, nos ha proporcionado una magnífica copia original con orla decorativa de esta misma instantánea.


     De la década de los veinte disponemos sólo de dos referencias aisladas en las que encontramos el maestro Benito Arroyo formando parte del espectáculo encabezado por la popular Blanca Azucena y su Botones, habitual de las tablas escénicas de la provincia de Córdoba.


Salón Alhambra de Lucena 

    “Hoy sábado, beneficio de las notables artistas, que lo dedican a la coronación de nuestra patrona, anuncian colosal programa, en cuya función el eminente director artístico don Vicente Buil que las acompaña, en unión de nuestro antiguo y buen amigo don Benito Arroyo Casado, ejecutarán lo más extenso de su selecto repertorio”

(La voz 8 de julio de 1923)


    El mismo teatro lucentino, con motivo de las fiestas aracelitanas de principios de mayo del año 1925, vuelve a dar acogida a “tan colosal estrella de las varietés”.
   El corresponsal en Lucena del diario La Voz le vuelve a dedicar unas letras al músico porcunero: “Las exquisitas artistas Blanca Azucena y su Botones actuaran en el Alhambra, y traen como maestro concertador al maestro Benito”.

    Cuando la compañía en el mes de agosto de ese mismo año 1925 traslada sus giras a la provincia de Alicante, muy posiblemente el maestro Benito, aquejado de tuberculosis pulmonar, ya no formara de la misma. Sus ambiciones por abrirse un hueco profesional en el difícil y a veces ingrato mundillo musical se derrumbaron de repente en una cama de su domicilio familiar en Porcuna (Juan de Mata Dacosta nº 6 – Carrera de Jesús) donde le sobreviene la muerte a primera hora de la noche del día 4 de octubre de 1925, recibiendo sepultura en el cementerio municipal.
   Por esas mismas fechas la Compañía de Blanca Azucena que tenia anunciada varias representaciones en el Teatro Wagner del municipio alicantino de Aspe tuvo que posponer su debut alegando indisposición repentina de la artista:

Diario de Alicante (5 de octubre de 1925)
      Esta inoportuna indisposición se presta a dos interpretaciones. Que se utilizara como argucia ante el público por encontrarse la compañía afectada anímicamente por la noticia del fallecimiento de quien había sido hasta entonces inseparable compañero de fatigas, o que Benito Arroyo, tuviera que abandonar precepitadamente la gira por motivos de salud y hacía falta urgentemente buscarle un sustituto.

      Una nota aparecida en prensa durante la segunda quincena de octubre, en la que Blanca Azucena se disculpa por la enfermedad que la mantienen retenida en Aspe, y el hecho de que no volvamos a tener noticias de su gira por Alicante hasta principios de diciembre parecen sostener la segunda hipótesis barajada.

    A muchos os parecerá exagerada la exhaustividad y el vaciado informativo realizado para adentrarme en la biografía de este desconocido músico porcunense. Son precisamente esos detalles aparentemente secundarios los que terminan propiciando sorpresas agradables al abrir el correo electrónico y la fluida comunicación e intercambio con otras personas con las que se comparte afición o curiosidad por los diferentes temas que son abordados.
    Un detalle final en aras de la posibilidad de contactar con descendientes de esta familia Arroyo tan vinculada a las artes musicales: un profesor de música apellidado Arroyo Casado , con residencia en la calle Queipo de Llano nº 6 (Jaén) publicitaba sus servicios profesionales en el año 1944 en las páginas de la revista musical Ritmo. Debe ser Eduardo o Valeriano.
     Estoy seguro que esos álbumes familiares de fotos deben contener numerosas muestras gráficas contextualizadas relacionadas con nuestro pueblo.  Merece la pena intentarlo.
    
    ¡!Todo es posible en Domingo!!





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