Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

09 abril 2011

Los orígenes de la Cofradía de la Vera Cruz de Castro del Río.


   La imagen que antecede, de la cruz con su manga, es el paso insignia con el que se abre el cortejo procesional de la Venerable Cofradía y Hermandad de la Santa Vera Cruz de Castro del Río en la tarde noche del Jueves Santo, conocida popularmente como La Primera.
   Tal denominación, no sabemos si obedece al hecho de ser la primera en salir a la calle en las tradicionales fechas de los desfiles procesionales de Semana Santa de Castro del Río (Jueves y Viernes), o a por estar considerada de manera fehaciente como la mas antigua de las cofradías penitenciales de esta villa cordobesa.

   Juan Aranda Doncel, en su Historia de la Semana Santa de Castro del Río (1987), documenta ya su existencia en el año de 1564, según consta en las Visitas Generales del obispado de Córdoba.
   Un fraile carmelita, natural de Castro del Río, Fr. Miguel Rodríguez Carretero (1749-† ?), de cuya vida y obra ya me he ocupado en reiteradas ocasiones, aporta informaciones que vinculan temporalmente a esta Cofradía con el primitivo Convento de los Carmelitas Calzados.
   En su Epytome historial de los Carmelitas de Andalucía y Murcia, por su condición de natural de la villa, le dedica un pequeño capítulo a la fundación y vicisitudes de aquellos primeros frailes “convidados por el Ayuntamiento y rogados por varias personas de distinción” que fundaron el convento de esta orden en la villa del Guadajoz. Fue a mediados del año 1555, y sus artífices un grupo de religiosos procedentes del convento de la ciudad de Jaén.

   Recoge unas primeras informaciones sobre la fundación del Convento de Castro del Río, que proceden a su vez de otro carmelita castreño, el R.P Pdo. Fr. Martín Osuna (†1706), Maestro de Estudios y después Rector del Colegio de San Alberto (Córdoba):

   “Este monasterio de N.S. del Carmen de Castro el Río se fundó en el año 1555; hizose la fundación a petición de la Villa y Regimiento, y después de haber entrado los religiosos y tomado posesión, se suspendió la execución de su fábrica porque el año 1559, siendo obispo de Córdoba el Yltmo. Sr. D. Diego de Eslava y Esquivel, dio licencia para que se continuase la fábrica de dicho Convento y se poblase de religiosos, a petición del R.P fr. Gregorio Fernández, Provincial que a la sazón era en esta Provincia. En los libros de Bautismo que tiene la Yglesia Parroquial de la citada Villa, en la fe que da el Cura o partida de un bautismo que se administró a diez de Octubre de 1555, se lee lo siguiente: y en este mismo día se funda en esta villa un convento de N.S. del Carmen. La licencia que dio el referido obispo Eslava se conserva en el archivo de este Convento”.



   El padre Rodríguez Carretero no se conforma con esta corta reseña y emprende nuevas investigaciones. Gracias a ellas conocemos que fue al abrigo de la Cofradía de la Vera Cruz, instalada en la Ermita del mismo nombre, en el sitio del posterior convento, donde se instalarían en un principio la comunidad de religiosos fundadores. No provistos de la oportuna licencia para su establecimiento, el Ilmo. Sr., D. Leopoldo de Austria, entonces obispo de la Diócesis de Córdoba., paralizó su establecimiento hasta 1559, en que obtenido de forma reglamentaria el permiso, se reanudan las obras de fabrica:


 “Los Cofrades de la Cofradía de la Vera Cruz, sita y establecida en una Ermita que había inmediata a la entrada o compás que es hoy de este Convento, tomaron las casas contiguas, fundadas donde hoy la Yglesia y Claustro; labraron Monasterio, pues habilitaron las dichas casas a modo de Convento; decían Misa, rezaban los divinos oficios y predicaban al Pueblo, todo sin la bendición y expreso consentimiento del Prelado. Se pusieron prohibiciones sobre esto por su Ylma. y por sus jueces”.

   “Que en el sitio expresado hubo una Ermita de la Vera Cruz se comprueba por testimonios fidedignos por la citada Ermita y Cofradía se intituló la Casa al principio con la advocación de la Vera Cruz. En el año de 1557 se halla una escritura ante Gonzalo de Salazar, escribano público, y es una venta de el censo que Alonso de Solís otorgó en dicho año contra el Convento del Carmen de ésta, título de la Vera Cruz, se halla en el oficio que hoy tiene D. Miguel de Aguilar Guerrero al folio 141. Quando los cofrades cedieron a nuestros mayores la denominada Ermita, hicieron igualmente donación y entrega de la hermosísima y devotísima imagen de J. C. Crucificado que Juvenal Bruno hizo años anteriores en Baena a la Cofradía, el Simulacro de Sta. Helena y demás insignias que tenían.


   "Pero después, trasladando la Cofradía a la Parroquia, pidieron los cofrades a los religiosos las expresadas imágenes; éstos se opusieron, hubo pleyto, y en el año 1558 se convinieron y transigieron los cofrades con la comunidad. Otorgaron escritura en la que se contentaron con llevarse a la parroquia la imagen de Santa Helena y las andas para sacarla en procesión, y que quedase en el convento para siempre el SSmo. Señor Crucificado y la Cruz con su manga. Con esta y otras condiciones que expresa la escritura del convento se concluyó el pleyto. Se celebró esta escritura ante Manuel Barrionuevo, escribano público de esta Villa, en el nominado año de 1558; se conserva en el archivo una copia de ella. Desde dicho año dejo de intitularse la casa con el título de la Vera Cruz”.

Pintura miniada de Jan van Eyck
   Poco o nada sabemos sobre aquel crucificado perteneciente a la primitiva cofradía de la Vera Cruz de Castro del Río, obra del desconocido imaginero de Baena llamado Juvenal Bruno, con el que se quedaron los frailes del Carmen, tras aquel litigio mantenido con  la cofradía de la Vera Cruz que en un principio les diera cobijo.
  A principios del siglo XVII, los miembros de la Hermandad de la Soledad, erigida en 1574 en el convento de Nuestra Señora del Carmen, adquieren un nuevo crucificado, de cuya factura se hace cargo el imaginero Juan de Mesa el Mozo, dotado de articulación en sus brazos, para poder participar así en la representación del Descendimiento, tradición todavía conservada en algunos puntos de España
  Es de suponer que durante el ultimo cuarto del siglo XVI sería el crucificado de Juvenal Bruno el que procesionara en la estación de penitencia de la Cofradía de la Soledad.

Fuentes utilizadas:
Juan Aranda Doncél. Historia de la Semana Santa de Castro del Río. Circulo de Artesanos de Castro del Río, 1987.

P.Mº Fr. Miguel Rodríguez Carretero / Epytome historial de los Carmelitas de Andalucía y Murcia. Primera edición del manuscrito original de la B.N.E. Sevilla 2000. Presentación de la obra a cargo de Ismael Martínez Carretero (O.Carm).
La fotografía de la cabecera esta tomada del blog de la Hermandad.

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