Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

03 enero 2011

La villa de Espejo y el Ducado de Uceda. Armonías y desencuentros durante el primer tercio del siglo XX.




   El Castillo que la casa ducal de Uceda y Osuna posee en la villa cordobesa de Espejo, se encuentra hoy entre los mejores conservados de la provincia. Esto obedece, en gran parte, al hecho de haber sido utilizado como residencia habitual por sus moradores.
   Durante el primer cuarto del siglo XX, fueron sus Administradores, los encargados de rentabilizar el vasto caudal de fincas rústicas que la referida casa poseía en el término de Espejo, quienes ocupaban y residían habitualmente en el Castillo, con estancias reservadas para las eventuales y escasas visitas de sus propietarios e invitados. Los obispos de la diócesis cordobesa en sus visitas pastorales a esta villa, también disfrutaron de la hospitalidad de esta casa.
   La función de los Administradores consistía esencialmente en asegurarse el cobro de las rentas de los aparceros y de las tierras acortijadas, entregadas en arrendamiento a ricos labradores de la localidad. Además de representar oficialmente a la casa ducal y velar por sus intereses.

Boda del Duque de Uceda Osuna (1921)



   A partir de 1926, tras la prematura muerte de Mariano Téllez-Girón y Fernández de Córdoba, XIII duque de Uceda, XV de Osuna y XVII de Escalona, XXVII señor de Espejo, su viuda, Doña Petra Duque de Estrada y Moreno de la Serna, hija de los marqueses de Villapanés, con su pequeña hija Ángela Maria (actual duquesa y propietaria) se trasladan a sus dominios de Espejo para hacerse cargo de la gestión directa de sus explotaciones agrícolas.
   La duquesa viuda y su hija vivirán largo tiempo a caballo entre su Sevilla natal y el pueblecito cordobés de Espejo.
   En su arraigado catolicismo, altruismo y concepción benéfica de la sociedad, encontrará la manera, en un principio, de integrarse y de ganarse las simpatías de la población espejeña.
   Casi recién llegada, creó una escuela católica gratuita, donde recibían enseñanza, vestido y comida infinidad de niños pobres, dándose además dos sesiones semanales de cine instructivo (evangélico).
   A su filantropía obedece la iniciativa de organizar una Cabalgata para el día de Reyes del año 1929, contando con la implicación y concurso de las personas pudientes del pueblo. Aunque en esta empresa, habría que ver también,  un lógico trasfondo egoísta y personal, de alegrar la fiesta a su pequeña hija de 5 años huérfana de padre.
   La cabalgata más antigua de las organizadas en Andalucía es la de Granada, que se remonta al año de 1912, en la que un adolescente Federico García Lorca participó repartiendo regalos entre los enfermos y niños pobres de la ciudad.
   A ese mismo propósito benéfico (hacer felices a los niños mas desfavorecidos) responde el origen de la de Sevilla, que salió por primera vez a la calle en 1918 impulsada desde el Ateneo de Sevilla por el joven poeta, escritor y humanista José Maria Izquierdo Martínez (1886-1922).


 Cabalgata de Sevilla 1918

   La capital cordobesa tardaría aun algunos años en incorporarse a esta moda. La primera vez que se organiza fue en 1925. Su promotor, el rector de la parroquia de San Francisco, Carlos Romero Berral, con el fin de obsequiar a los niños acogidos en la escuela parroquial tipo Manjón del Ave María, Casa Socorro Hospicio y Casa de Expósitos.

   Aquel pueblo de Espejo del año de 1929, por obra y gracia de la señora duquesa viuda de Uceda-Osuna, sería de los primeros de la provincia que vieran desfilar por sus calles el cortejo de los Magos de Oriente.

   A las 5,30 de la tarde del día 5 de Enero salía del Castillo-Palacio. Abría la marcha la banda de cornetas y tambores del colegio Selesianos de Montilla, una patrulla de batidores a caballo y una gran estrella iluminada con bombillas eléctricas.


   Los Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar fueron encarnados por los jóvenes pertenecientes a distinguidas familias de la localidad, don Jacinto Reyes Gracia, don José Luque Reyes y don Rodolfo Vega Castro, respectivamente. Iban montados sobre briosos corceles y perfectamente caracterizados. Cada rey se hacía acompañar de 20 pajes a caballo, además de diez caballerías menores (mulas y asnos) con cofines repletos de regalos para repartir entre los pobres (mantas, toquillas, camisetas, camisas y sabanas). 
   Los juguetes se reservaban para los niños que asistieron y acompañaron al cortejo. Las niñas vestían de pastoras, con telas donadas por "tan generosa dama", mientras que los niños llevaban el típico capotillo y sombrero del obrero espejeño. El prometido regalo, materializado en juguete, consiguió que fueran en torno a los cuatrocientos niños de ambos sexos los que participaran.

Las Calleras 1926

   En el paseo de Canalejas (Calle de las Eras, Calleras) hizo un alto la comitiva, donde los Reyes y su cortejo, poniendo pie a tierra, dirijíeronse a la cruz milenaria donde se había instalado un Nacimiento ante el que oraron todos los asistentes. Después dio comienzo el cante y baile de villancicos en medio de la mayor algazara y alegría:

   “Ciertamente era un edificante espectáculo ver confundidos a los hijos de los ricos y los pobres, todos con idéntico vestido y la misma alegría, sin distinción alguna entre ellos”.

   “Las calles que recorrió la cabalgata estaban abarrotadas de público, que vitoreaba el regio cortejo. A las nueve hizo su entrada en la señorial mansión la cabalgata, formando toda en el amplio patio de armas, en donde a los acordes de la Marcha Real, ejecutada por la banda municipal, se dieron infinidad de vivas a esta ilustre dama, acompañada de su monísima hija María Ángela, que hizo su aparición en la puerta principal, dando un ¡Viva Espejo!, que fue unánimemente contestado. Entonces, un vibrante ¡Viva Sevilla! Que salió de todos los labios,,, fue la gentil galantería que el pueblo tributó a esta duquesa sevillana.


   ¡Viva Sevilla! Al conjuro de este grito debió temblar de emoción la dama todo corazón, todo bondad, quien al nacer en la cuna de la gracia legendaria, y al ser sevillana de naturaleza, no puede impedir que nosotros la consideremos espejeña, por prerrogativas de nuestro afecto y gratitud”.

   No tengo noticias de que en los años siguientes volviera a repetirse la celebración.
   Con la proclamación de la II República las fuerzas políticas y sindicales espejeñas, acalladas durante la Dictadura de Primo de Rivera, recuperan su tradicional pujanza reivindicativa. En un nuevo escenario sociopolítico, con las expectativas despertadas por el proyecto de reforma agraria y el creciente anticlericalismo que afectaba al boato de las manifestaciones religiosas externas, tan del gusto de estos aristócratas, "el armónico idilio" entre los ricos y los pobres de Espejo, al que hacia referencia el cronista de la cabalgata de aquel año de 1929, se verá seriamente resquebrajado.
   Por lo que respecta a la Casa Ducal, que ya a principios de siglo había repartido pequeñas parcelas de tierra en el ruedo en régimen de arrendamiento a obreros y pequeños propietarios, para contrarrestar el influjo de las propagandas disolventes del proletariado espejeño, le costará adaptarse a la nueva legalidad republicana.
   La duquesa viuda, desde un principio, se sumara a la reacción. Tras los muros de su Castillo-Palacio, en vísperas de la militarada protagonizada por el General Sanjurjo en Agosto de 1932, llegaron a celebrarse reuniones conspirativas de destacados individuos de significación monárquica y tradicionalista, con la asistencia de un conocido periodista de la redacción del periódico “Siglo Futuro”(Dios, Patria y Rey).
   La supuesta empatía entre la casa ducal y el pueblo de Espejo y su espíritu caritativo, se ponen en entredicho en un articulo publicado por el corresponsal del diario socialista cordobés "El Sur" en Espejo:

Meditaciones ante el Castillo Feudal

   Han sido tantas las veces que hemos llamado para que se abrieran las puertas de este Castillo Feudal a favor de los necesitados de este pueblo, sin que se nos atendiera, y que hoy como antes volvemos al tema, dispuestos a recibir la misma respuesta, por entender que es este el nervio donde radica el malestar que viven los elementos obreros.
   La obstinación en que vive aferrada bramando por su poderío esta mal llamada nobleza, que sólo al altar y al trono ofrecían su bolsa y la vida de sus esclavos, guardando para éstos las migajas de sus festines, son la causa de la incesante miseria que azota a los pueblos. Porque si a través de la historia estos nobles dieron algún timbre glorioso a la madre patria, pronto viose nublado por las humillaciones que al resto de sus hijos les imponían.

 Escudo Casa Ducal de Uceda

   Con el absolutismo en todos los ordenes de la vida, hicieron de los necesitados un gran rebaño...donde saciar el apetito de sus caprichos y sus deseos. Pues bien; para arrancar en parte a este rebaño de seres humanos de las dentelladas de los lobos de sangre azul, han caído y siguen cayendo constantemente seres de envidiable conducta; ¡Hombres ...de elevada mentalidad y de excelso corazón!.
   Mientras que ellos, los nobles, los dueños y señores de las tierras que no labran, siguen cobrando sus rentas, acogotando a los arrendatarios, y estos, a su vez, al sufrido labriego, al que las riega con su sudor para que unos y otros gocen del bienestar que él carece.



   Así va corriendo el tiempo...La Reforma Agraria, único medio de acabar con estas miserias si la tierra se entrega a quienes les pertenece por su condición y experiencia, sigue su curso. El ministro o gobierno encargados de aplicarla, salvo excepciones que no debieran existir, pues en todas partes se produce el mismo dolor, quizá llevados por la mejor fe, continúan con la tramitación ordinaria de tan urgente procedimiento, sin ver en el rostro de los trabajadores las huellas del hambre, de total agotamiento. Y en tal estado, ¿puede haber concordia ni paz? ¡No lo creemos posible! Porque mientras los moradores de los Castillos, que desoyen la voz de los cronistas, que es el dolor y la miseria de los trabajadores, que gritan contra la injusticia desde las albas cuartillas, sigan desde sus fortalezas detentando unas riquezas cuya procedencia se desconoce, no cesará el malestar latente y la Democracia y la Libertad seguirán siendo un mito en el solar hispano.

(“El Sur” 16 de Noviembre de 1932)

   Corresponsales en Espejo de este diario cordobés fueron José Arroyo Baena y Benito Cordobés Herencia. Aunque la nómina de columnistas espejeños en la prensa de los años 20 y 30 es extensa. El presbítero y publicista republicano Juan García Morales valora positivamente esa especial proliferación de obreros dispuestos a expresarse a través de la pluma:

   “Los obreros tienen también derecho a opinar... No hemos de sacar a relucir todos los días las ocurrencias de los intelectuales; que, a lo mejor, un mozo de mulas discurre con más acierto, con más lógica, que el señor engalanado que ostenta ocho licenciaturas.
   Los campesinos de Espejo, sin haber estudiado en Salamanca, les dan cien vueltas a los letrados. Hay entre ellos poetas, filósofos y escritores de la talla de Clodoaldo Gracia, autor de unas primorosas miniaturas, de unos bordados en color, que lo acredita de egregio artista”.

   Sería Cándido Lucena, que mantenía asidua correspondencia con García Morales, el encargado de recoger de los labios de sus amigos las respuestas al siguiente cuestionario:

   Vamos a ver, Cándido ¿Qué opinión le merece a usted y a sus amigos las derechas españolas? ¿Seguirían ustedes la orientación de las derechas en los momentos actuales?

   Los encuestados: los hermanos Julián y Rafael Medina Ramírez, Benito Cordobés, Leonardo Rodríguez, Francisco Jurado Olmo, Francisco Lorenzo Escobar, Rafael Escobar Córdoba, Juan Blanco Reyes, Antonio Lucena y Emiliano Romero Pérez.

   De todas las respuestas, quizá la de éste último, sea la que mejor muestre el sentimiento generalizado de frustración, cuando apenas si habían trascurrido dos años desde la proclamación de la República:

   “No creo que siga el pueblo a las derechas, ni que ganen las mismas, pero digo que los campesinos estamos muy desengañados, por muchas cosas: se nos prometió mucho, y hasta la presente, nada ha llegado. La clase trabajadora ha perdido las esperanzas y las ilusiones. No vamos a un bando u a otro, lo que tenemos es hambre, mucha hambre y unas ansias grandes de vivir a lo humano”.

   Para el anarcosindicalista Blanco Reyes:

   “La República emplea duros procedimientos con los trabajadores; de ninguna manera puedo estar de acuerdo con los mangoneadores de este régimen; pero me opondría con todo rigor a que las derechas pisaran el poder en España, disponiéndome, para evitarlo, a hacer los mayores sacrificios”.

   El propio Cándido Lucena también opina:

   “El pueblo trabajador, tan vejado y explotado por esas mismas derechas, jamás, creo que las seguirán. Si el gobierno resuelve los problemas palpitantes como el paro y otras cosas, ni habrá extremismos de derechas ni de izquierdas, pero si esto no lo hace iremos al socialismo, al comunismo..., o lo que es peor: al caos”.

   La propia división entre la fuerzas políticas y sindicales propiciaría el triunfo de la derecha en las elecciones de 1933. Aunque en Espejo, a pesar de la abstención preconizada por los anarcosindicalistas, la suma de los votos obtenida por socialistas (787) y comunistas (874) sobrepasó a los de la coalición de Centro-Derecha (1379), en la segunda y definitiva vuelta de aquel proceso electoral.
   La fallida insurrección de octubre de 1934 y posterior represión llevará a la izquierda obrerista a la clandestinidad.

   En 1935, con la derecha consolidada como poder, volvemos a tener noticias de la señora duquesa viuda. Por estas fechas los tradicionalistas de la campiña cordobesa toman pujanza y se reafirman en sus convicciones. Surgen centros tradicionalistas en poblaciones como Montilla, Aguilar de la Frontera, Castro del Río o Espejo.

   El domingo 17 de febrero de 1935 en la explanada de las Escuelas del Sagrado Corazón, se celebrará el primer acto de la recién constituido Centro Tradicionalista de Espejo. Allí, según el cronista, como otrora, se dieron cita para escuchar a los oradores unas 500 personas: “confundiéndose los obreros con los señores, destacándose la asistencia de numerosas señoras y señoritas”; “una veintena de requetés con su boina roja, como procede, se destacaban en el servicio de orden, formando a la entrada del local como es costumbre”.
   
   Entre los oradores desplazados se encontraban, la infatigable propagandista, dirigente nacional de “Las Margaritas”, señorita Maria Rosa Urraca Pastor y el diputado a Cortes por Sevilla Gines Martínez. El encargado de las presentaciones, el redactor del Siglo Futuro, Manuel Sánchez Cuesta “Mirabal”, que ya visitara y se alojara tras los muros del castillo de Espejo, en las jornadas previas a la Sanjurjada. De ahí que sus primeras palabras fueran evocadoras:

   

   “En Espejo hay un hada bienhechora, cuya magnanimidad generosa también me alcanzó. Es la excelentísima señora duquesa de Osuna, en cuyo castillo ducal, que como todos los castillos legendarios esconde su tesoro, encontré dos: el de la salud, que había perdido, y el tesoro de la noble amistad y trato de los espejeños a los que hoy saludo”.

   La presidencia local del Centro Tradicionalista de Espejo la ostentaría don Rodrigo Pérez Alcázar, y la de Las Margaritas Doña María Sánchez. Aunque el peso específico y económico de la organización lo llevaría Doña Petra Duque de Estrada desde su castillo ducal.
   Días antes, aprovechándose del homenaje tributado a un sacerdote de la localidad que cantaba misa por primera vez en la parroquial de San Bartolomé, organizo en su casa-palacio un banquete, presidido por una estatua del Corazón de Jesús: “ bajo tan sagrada enseña se agruparon mas de dos mil personas de todas las clases sociales”. No faltaron como invitados destacados tradicionalistas de la campiña.
Tras el suculento banquete, amenizado por bandas de música, traídas expresamente desde diferentes pueblos de la comarca: 



   “El pueblo, y todos los asistentes puestos en pie, dieron entusiastas vivas a la duquesa de Osuna, ya que sus constantes esfuerzos y ayudas a favor del pobre y del necesitado han dado lugar a tan emocionante acto, que quedará grabado siempre, como tantos otros que la modestia de la alta dama que nos ocupa nos impide referir, en la memoria de este lindo pueblecito andaluz, que enclavado en un altozano, aun conserva la vivienda señorial de los duques de Osuna, que hoy día puede significar el símbolo de una mano que se inclina dadivosa hacia los habitantes de las casas que en apretado grupo se agolpan en torno a la morada en la que reina un profundo sentimiento de caridad cristiana”.

  Para no extenderme demasiado, le pondremos epílogo a este trabajo, con unas fotografías suficientemente ilustrativas sobre el postrero devenir de la Republica Democrática de Trabajadores en la villa cordobesa de Espejo:

Abril de 1936

Visita del Director General de Reforma Agraria al Cortijo de Duernas,
887 hectareas donde se asentaron 120 campesinos 
del censo del pueblo de Espejo
en dos comunidades.


 Las Calleras Agosto de 1936
Una población expectante ante el desarrollo de los acontecimientos.


 "Los desastres de la guerra"

   Si se hubieran atendido las justas reivindicaciones de un proletarado que aspiraba a vivir dignamente "a lo humano" , sin necesidad de recurrir a la falsa caridad de los de arriba, muchas barbaridades materiales y contra las personas se podían haber evitado. El empecinamiento de los privilegiados por no renunciar a su status, derivo en un golpe de estado y el consiguiente conflicto entre las dos Españas. El resultado, sobradamente conocido. 

   Muchas de las personas que aqui aparecen mencionadas dejaron de existir como consecuencia de la represión brutal ejercida por uno y otro bando. Ya en la postguerra, los  mas afortunados de entre los derrotados, desfilaron por diferentes establecimientos penitenciarios purgando "culpas", mientras que la duquesa viuda desde la posición geográfica y social dominante de su Castillo Palacio socorrería caritativamente a los parias de Espejo, a la vez que distribuía gratuitamente el libro del jesuita Bernabé Copado "Con la columna Redondo. Combates y Conquistas".

4 comentarios:

  1. En la foto antigua del castillo podemos ver la puerta de entrada con su arco de herradura, actualmente desaparecido.

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  2. ENHORABUENA, sencillamente impresionate e inmejorable todo lo que escribes, te escribiré a tu correo. ¡EL CASTILLO PA'LOS ESPEJEÑOS!. Un abrazo, el casquetamontillano.

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  3. hola, se puede saber donde ha escrito Juan Garcia Morales en esta pagina a proposito de los obreros ?
    disculpe me por elle castellano un poquito flojo
    cesar
    gracias

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    1. Para Cesar el del castellano flojo: El articulo de García Morales, en el que se recogen las entrevistas que les hizo a los obreros campesinos de Espejo, se publicó el el diario filosocialista "El Sur" de Córdoba el 18 de marzo de 1933. Este periódico está alojado en la Hemeroteca Digital de Prensa Histórica dependiente del MCU. Si tiene problemas para conseguirlo déjame tu correo o dirígete al mio que aparece en el blog.

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